Ancla a mis sentidos

Escucho los pasos del tiempo
que traen consigo desilusión.
A la vida llego el invierno
y la realidad al abismo.
Mi única verdad y cruel destino,
cansado estoy de matar molinos.
De mi pecho barrotes de acero
salen como lanzas al viento.
Escucho la sinceridad de tu voz,
con dulces palabras para mi corazón.
Es como caminar en el desierto
y ver un oasis de razón.
Son ingobernables los largos brazos
que giran en el reloj.
Sueños de noches de verano,
moribundos vestigios del pasado.
Otoño gris para los recuerdos
y con cada paso me desangro.
Pero siempre esta tu voz
como un ancla a mis sentidos.
Las dudas como un ejército
invaden mis pensamientos.
Te conviertes en fuego nocturno
y en oxigeno en el mar profundo.
Y no puedo comprender este sentimiento,
entre el amor y la desilusión.