Hay cosas que no deberían suceder.
Hay pecados que es mejor esconder.
Hay silencios que deberían mantenerse.
Pero vos como las raíces de un árbol,
surges entre las piedras de la mentira.
Si, eres eso que deseo esconder.
Ese pecado que me hizo tan feliz.
El amor también hiere y encadena.
Es como un anzuelo bajo la piel
de tu voluntad y sentimientos.
Y el dolor es la fulgente llama
que atraviesa el velo nocturno.
Debemos mantener el secreto.
Bailaremos como marionetas,
interpretaremos la sutil farsa,
seguiremos la aciaga coreografía
y fingiremos que aun nos amamos.
Solo debemos guardar silencio.
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