Miro al cielo buscando los colores
del arco iris, entre las nubes.
Todas las tormentas desaparecen
y me abraza un aire campestre.
Cierro mis ojos para verte.
Tapo mis oídos para escucharte.
Abro mi corazón para sentirte.
Porque aun no pude hallarte
y todavía no conozco tu nombre.
Me envuelve tu sutil perfume,
que me atrapa y me hace libre.
Y todo se vuelve evanescente.
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