Primero fue la lujuria,
después el olvido.
Luego fueron dudas
y finalmente el suplicio.
Primero fue la tormenta,
después solo un susurro.
Fue una montaña rusa
de emociones nuestro amor.
Me quedan pocas certezas
y una amarga sensación.
Ya no hay sorpresas.
Solo espero lo próximo.
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