Un día las vi venir, acercarse a mi,
una y otra me decían que no eras feliz.
Y yo me sentí como un inútil
al ver que nada podía hacer por ti.
Ellas vivían atrapadas en la absoluta oscuridad,
siempre esperando que todo aquello tuviera fin
y cierta vez una luz las despertó.
Un día las vi venir, acercarse a mi,
pero no pudieron retroceder al llegar a una ventana.
Todas querían escapar y de la oscuridad salir.
Al principio temían huir y ninguna se animaba.
Se tomaron de las manos; era hora de partir.
Una a una se deslizaron, arrastraron una a la otra
y brotaron de tus ojos tantas lagrimas por mi.
miércoles, junio 22, 2005
Ave de oscuridad

Soy la sombra del ave muerta.
Con mi ala izquierda señalo el camino
y con mi ala derecha toco tu cabeza.
Atardece en la ciudad, atardece en tu corazón
y sé que tratas de ignorarme, lo deseas.
Te entrego el terror o el sosiego, tu fruto.
Solo la verdad te hará libre del mal.
Porque al despertar veras mi rostro
duerme profundamente, sueña con la esquiva felicidad.
Soy tu inexorable recompensa o castigo.
Soy lo desconocido, el ave de oscuridad.
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