Yo se que es muy difícil,
inalcanzable como el sol.
Debes enfrentar el tsunami,
no te quedan más excusas.
El mar se empieza a dividir
cuando desatas tu furioso grito.
El cielo se abrirá para ti
solo si sonríes en la tormenta.
Es la hora de elegir
entre la brutal resignación
o resistir, intentado ser feliz,
aunque se quiebren tus huesos.
Como un rayo de fuego
entraste en mi cabeza.
Brilló el carmesí de tus ojos
y me miraste sin vergüenza.
Todos los ángeles caídos
arden por vos en la tierra.
Tu amor es un cazador
y yo una incauta presa.
Eres una Diosa bajo esté sol,
una mujer tenaz, casi perfecta.
Salvo por un detalle velado;
eres la más frágil de todas.